jueves, 9 de enero de 2014

ENSEÑANDO A TENER PACIENCIA.

Los estudios demuestran que los niños a los que que desde pequeños se les enseña a esperar un tiempo para alcanzar sus metas crecen con mayor éxito en sus relaciones familiares, sociales y laborales.

Pero, ¿cómo enseñar esta habilidad tan importante a nuestros hijos? Irónicamente, tenemos que trabajar nuestra propia paciencia para lograr este objetivo. Padres impacientes educan a menudo niños impacientes. Pero si un adulto no sabe esperar, cómo sabrá hacerlo su hijo?

En la actual sociedad funcionamos como coches de carrera, vamos muy rápido! Tenemos diversas obligaciones a lo largo del día, realizamos varias actividades al mismo tiempo, trabajos con varias pantallas encendidas, ordenadores, tablets, móviles... respuestas inmediatas a emails, whatssaps...

En los trabajos nos vemos realizando tareas que tienen que estar listas lo antes posible. Nuestras agendas están llenas. ¡Todo es para ayer! ¡Todo es importante! ¡Nos falta tiempo!.

El día a día actual nos pide prisa! Casi podemos decir que somos esclavos del reloj. Con esta situación cómo podemos enseñar a los niños a tener paciencia? Es una ¡contradicción! Pero sabemos que es correcto, que la paciencia es necesaria, tanto para ellos, niños, como para nosotros.

Entonces, cómo dar ejemplo cuando a nuestras propias vidas nos falta paciencia?.

Este escrito no pretende ser un manual, son a penas unas cuantas sugerencias, el principio de una educación que transmite estas habilidades y valores.

Es recomendable empezar con cosas sencillas:

Cuando tu hijo te llama dile tranquilamente que lo has escuchado, pero que tiene que esperar un poco. Al principio, no se convencerá, te insistirá y te perseguirá, pero con el tiempo aprenderá finalmente a esperar algunos minutos. Un truco eficaz consiste en no hacerle esperar mucho al principio, prestarle la atención que reclama, y cada día aumentar progresivamente el tiempo, hasta que aprenda a esperar. Es importante que al principio escuche tu voz, dile que espere un poco, que en breve estarás a su lado. De esta manera él se sentirá atendido y al mismo tiempo aprenderá el significado de la palabra esperar.

Planta una semilla con él. Esto enseñará a tu hijo que las cosas siguen su propio ritmo y que es necesario trabajar para conseguirlas. Cada día podéis poner juntos agua a la planta y observar su crecimiento.

Muéstrale que cada uno tiene su turno. A la hora de entrar en casa, de conversar, de jugar, hasta incluso al entrar en un ascensor. No creas que tu hijo es demasiado pequeño para ir aprendiendo estos conceptos. Has de conseguir que vaya cediendo y a la vez que perciba que debemos esperar nuestro momento para llevar a cabo diferentes actividades. Por ejemplo si vais a un establecimiento que distribuye tíquets de turno es una gran oportunidad para explicar a tu hijo el concepto de la espera y del respeto por el otro que está allí antes.

Enseña a contar hasta 10 cuando se enfada, puedes explicarle que debe contar lentamente para calmarse. Cuando el niño todavía no sabe contar puedes decirle que se siente unos minutos hasta relajarse. Explícale pacientemente que tú esperarás a que esto ocurra.

Pero, ¡presta atención!, puedes confundir a tus hijos si no observan ciertas cosas, ya que tomando estas actitudes quizás algún día escucharás:
"Espera un poco que ya voy!";
"Mama, ahora estoy nerviosa y no quiero hablar";
o incluso "mama, necesitas calmarte"

Nuestra reacción natural en estos momentos es de molestia, como si el niño se estuviera enfrentando a nosotros. Respira hondo, cuenta hasta 10 y recuerda que él sólo te está imitando y que es así como aprenden los niños. Entonces, espera y cálmate para posteriormente hablar con él.

Lo más importante es tener en mente que no se logran estas enseñanzas en unos días, sino en meses puesto que se trata de un trabajo repetitivo y constante.

Estas son pequeñas y sencillas sugerencias con las que pretendo indicar un camino, es simplemente una muestra, ya que el proceso de enseñar paciencia a un hijo es bastante más complejo.

Os deseo a todos mucha paciencia en este hermoso arte de educar y de preparar a nuestros hijos para la vida y recordad siempre: quien quiere, educa!


Eduardo Carreira

lunes, 9 de diciembre de 2013

Las navidades y las nuevas familias.


Las navidades y las nuevas familias.

Se acercan las navidades y es momento de reunir a la familia, una cuestión que puede resultar complicada dada la evolución del modelo familiar tradicional hacia estructuras cada vez más diversas

El contexto familiar ha cambiado, hoy podemos decir que existen nuevas familias. Antiguamente las familias mantenían un fuerte vínculo familiar entre los parientes, era un núcleo piramidal constituido por los abuelos donde los hijos y los nietos se congregaban alrededor. Vivían en casas cercanas, los hijos crecían jugando con sus primos y las comidas de domingo tenían como protagonistas, los tíos, abuelos y primos. Hoy, en un gran numero de familias ya no es así. Los padres modernos están bastante más cerca de sus amigos que de sus parientes, siendo cada vez más común que las comidas de domingos tengan como protagonistas a los amigos de los padres y no tanto los parientes; también es cada vez más común que los hijos crezcan jugando con los hijos de esos amigos y no con sus primos. Se ha producido un cambio en el entorno familiar.

El núcleo afectivo de las familias también ha sufrido importantes cambios, tal vez el más importante de todos. Ya no es un núcleo piramidal machista, donde el padre era el jefe absoluto, un señor que imponía su autoridad, que tenía la mano suelta, la voz grave, que jamás daba cariño y que no se preocupaba en entender a sus hijos y esposa. Hoy las familias, en general, están formadas por fuertes vínculos de amor, cariño, diálogo y búsqueda de entendimiento. El poder cambió de lado , ya no es más del padre, y tampoco de la madre, el poder ahora está en las manos de los hijos! Son hijos exigentes, que exigen a los padres, desde atención y afecto, a que los padres les resuelvan todos sus problemas, pero al mismo tiempo, son hijos que no quieren dar explicaciones a sus mayores. Los padres de hoy en día se ven ante una nueva situación humana, que no tiene similitud alguna en nuestro pasado, se ven muchas veces perdidos, queriendo dar amor y comprensión, pero queriendo poner limites sin apelar a la educación antigua.

Además de estas mudanzas en el núcleo afectivo y en el entorno familiar, también ha cambiado el diseño de muchas de las familias modernas. Parejas que pasan por su segundo o tercer matrimonio. Familias constituidas con hijos de otras relaciones. Son varios los nuevos diseños familiares, el más reciente es el caso de los hijos de padres que tienen la custodia compartida. La situación generada es la de un padre y una madre que tienen hijos de otras relaciones y que al compartir la custodia, la nueva familia se ve con dos o más hijos que no son hermanos y que comparten casa e incluso habitación algunos días al mes; también es común que esta nueva pareja tenga un nuevo hijo, fruto de esta nueva relación, entonces nos encontramos con la siguiente situación: tres hijos, uno de ellos que vive de forma permanente en la vivienda compartida y dos que no están todos los días en casa, que no son hermanos entre sí, pero que sí son hermanos del primero. En esta situación cuántos abuelos tenemos? Los padres de la nueva pareja también serán abuelos de los hijastros? La respuesta siempre estará en el afecto que se genere entre ellos!

Éste es uno de los nuevos diseños familiares que ejemplifica bien el nuevo contexto de las familias del siglo XXI.

El resultado de todos estos cambios es una enorme evolución sociológica, una nueva realidad emocional, afectiva y de comunicación. Los padres y abuelos se ven obligados a aumentar el diálogo, a sacar recursos del afecto para educar.  Los gritos y las malas maneras ya no sirven de nada, ahora hay que explicar y convencer a los hijos. El nuevo contexto de diseño familiar estampa delante de todos los miembros familiares, sean los hijos, los padres o los abuelos, que no somos perfectos, que nos equivocamos y que somos también capaces de cambiar, que podemos dejar de amar y que no todo es para siempre.

Esto es bonito, porque es verdadero, nos acerca más a la verdadera condición humana. La de que nos movemos por afecto, la de que somos cambiantes/mutantes y la más importante, que el respecto de un hijo se gana por sabiduría y amor y no solamente por autoridad.

Y ahora que se acercan las  navidades es momento de reunir a la familia. Para muchas de las nuevas familias es un momento de dificultad, y de dudas donde surgen preguntas como ¿con quién estarán los hijos? con qué abuelos pasaremos la celebración?  mejor con los amigos?¿Cómo gestionar esta situación?

La mejor manera es dialogando, tanto entre los adultos como con los hijos.

Dejar las diferencias de lado. Las navidades son las fechas mas festejadas a nivel mundial, es un acontecimiento que ya dejó atrás el concepto católico y se ha transformado en una celebración de amor, de afecto, de reunión con las personas queridas. El ambiente navideño propicia que las diferencias se dejen a un lado.

Los padres teniendo en cuenta el espirito navideño podrán conseguir gestionar la logística necesaria para que al final todos los miembros de  la familia puedan disfrutar de estas fechas.

Sé capaz de defender tus fronteras sin necesidad de discutir y teniendo en cuenta las necesidades de su ex-pareja.

Respeta la relación de tu actual pareja con su propia familia

Un último consejo: En las navidades salga de su papel común, abrace, bese a los hijos varias veces, haga chistes, juegue con los niños, sea de nuevo un niño! Recuerde como fueron sus navidades y tal vez cómo deseaba que fuesen y haga que sus hijos, parientes y personas queridas se lleven un buen recuerdo.

Felices Fiestas!

martes, 22 de octubre de 2013

¿Problemas con drogas? ¿Dónde pedir ayuda?

La problemática de drogas requiere una asistencia especializada. Si usted está buscando ayuda, por favor llame a uno de estos sitios:
En el ámbito privado usted puede llamar al creador de este servicio informativo, el psicólogo clínico especializado en drogodependencia, Eduardo Carreira (numero del colegiado 16.930), a través de los teléfonos: 93.237.91.80.
CONCERTE UNA VISITA
En el ámbito público de Cataluña llame a Línea Verde (teléfono: 93.412.04.12), que ofrece información y orientación sobre cualquier problemática relacionada con alcoholismo y otras drogodependencias, tanto para los usuarios como para los familiares.
En Cataluña está la Xarxa d'Atenció a les drogodependències (XAD). Los Centros de Atención y Seguimiento (CAS) que la componen son de carácter ambulatorio y de acceso directo. Están constituidos por equipos multidisciplinares encargados del tratamiento, seguimiento y derivación a otros recursos de la XAD (como los hospitales de desintoxicación o las Comunidades Terapéuticas) cuando la situación del paciente así lo requiere. También ofrecen información y asesoramiento a las familias. Usted puede dirigirse a ellos a través del Servicio de la Línea Verde.
Otra muy buena opción es Narcóticos Anónimos (N.A.) (teléfono: 902 114 147,www.narcoticosanonimos.es. N.A. es una confraternidad o asociación sin ánimo de lucro compuesta por hombres y mujeres para quien las drogas se habían convertido en un problema muy grave. ¡Cuenta con más de 30 años de experiencia y es uno de los programas de apoyo al drogodependiente de más eficacia en el planeta!